Las Emociones en los Niños

Los niños y las emociones van de la mano, y sin duda, forman parte de un elemento del desarrollo integral de la personalidad de nuestros pequeños. De un lado, encontramos que el desarrollo emocional de los niños no puede separarse de su crecimiento físico, puesto que ambos se relacionan directamente. Por otro lado, los padres deben aprender cómo ayudar a sus hijos a comprender y expresar sus sentimientos. Desde el diagnóstico de trastornos emocionales hasta la prevención de enfermedades psicológicas, pasando por la aceptación de la diversidad de sentimientos, en este artículo exploramos los temas relacionados a las emociones y su papel en la vida de los niños.

1. ¿Qué son las Emociones en los Niños?

Las emociones en los niños son los sentimientos y estados mentales que experimentan y manifiestan cuando reciben estímulos en sus entornos externos. Estas manifestaciones pueden estar presentes desde antes de que los niños nazcan, con las sensaciones que experimentan a través de los sentidos de sus madres. Conforme el niño va creciendo, su entorno sigue estimulando sus emociones y sentimientos.

Las emociones juegan una parte integral en el desarrollo de los niños. No sólo es importante para entender los conceptos abstractos como el bien y el mal, sino que también les ayudan a desarrollar sus habilidades de relacionarse con sus compañeros. Los adultos también les enseñan a su hijos a poner palabras a sus sentimientos desde una edad muy temprana. Esto les ayuda a nombrar y reconocer sus emociones, y les facilita el proceso de comprensión de sus estados de ánimo y de los de los demás.

Educar emocionalmente a los niños les ayuda a regular, controlar y expresar sus emociones. Esto significa que deben estar en condiciones de pedir ayuda cuando la necesiten y reconocer los sentimientos de los demás. Se espera que los niños escuchen a sus padres y les sigan los consejos. Esto les ayudará a desarrollar habilidades para la solución de problemas emocionales, habilidades que les seguirán la vida entera.

2. El Desarrollo de las Emociones a Traves de los Años

A finales del siglo XIX, muchos psicólogos siguiendo a Sigmund Freud creían que el desarrollo de la personalidad humana estaba atrapado en una lucha constante entre dos fuerzas contrarias, el id y el yo, el principio de satisfacción y el principio de realidad.

Más recientemente, muchos de estos psicólogos modernos han desarrollado nuevas ideas que recogen algunas de las mejores partes de la teoría de Freud y, a su vez, agregan su propia investigación. Erik Erikson y Jean Piaget, por ejemplo, crearon modelos en los que el desarrollo de las emociones se daba a largo plazo, y no solo a corto plazo como se suponía previamente.

Los modelos de Erikson y Piaget son útiles cuando se trata de comprender cómo los niños llegan a ser adultos emocionales.  Erikson en particular, ha propuesto ocho etapas, cada una asociada a un conflicto emocional distinto. Estos helps encontrar soluciones a los conflictos emocionales a medida que los niños envejecen, lo que les permite volverse adultos saludables y felices.

Para entender completamente el desarrollo de las emociones a lo largo del tiempo, es importante estudiar cada una de las etapas de desarrollo que han descrito los psicólogos. Piaget en particular, se centró en cómo los niños desarrollaban la capacidad de pensar abstractamente sobre el tiempo, a medida que envejecían. Por otro lado, Erikson se centró en cómo los niños llegaban a desarrollar un sentido de sí mismos y su identidad a una edad avanzada.

3. La Importancia de Reconocer las Emociones del Niño

La madurez emocional sentida en los niños comienza con el primer vínculo establecido con los padres desde el nacimiento. El vínculo parental resulta necesario para el desarrollo de una vida emocional saludable, y reconocer las emociones del niño no solamente es vital, sino también muy importante. Los padres son una herramienta esencial para educar emocionalmente al niño.Reconocer y comprender las emociones del niño se reflejará más tarde en su vida adulta. Entender que hay emociones primarias y secundarias, entender y admitir la primera, darle espacio y comprensión al niño para expresar sus sentimientos sin sentirse avergonzado de sus emociones es importante.

Los padres deben aceptar que muchas veces no hay lógica en ciertas emociones del niño. Es decir, que el niño puede sentir emociones insanas sin racionalizarlas. Es una labor de los padres guiar y orientar al niño a gestionar sus emociones. Los padres, desde pequeños, enseñan a los niños a manejar sus emociones, con una mirada apoyadora, transmitiendo confianza y habilidades para autoconocerse.

Ayudar a los niños a aceptar sus emociones y a discriminar entre los sentimientos apropiados e inapropiados, a permanecer en control de sí mismo y aceptar los sentimientos de los demás, ayudar al niño a expresar y controlar sus emociones y a evitar reacciones exageradas, deben ser los objetivos primordiales de los padres a la hora de educar emocionalmente al niño. Convencer al niño de la importancia de desarrollar habilidades emocionales positivas es un paso decisivo para su crecimiento como persona.

4. Cómo ayudar a los Niños con el Manejo de sus Emociones

Enseñarles a Admitir Sus Emociones

Un primer paso para ayudar a los niños a aprender a controlar sus emociones es enseñarles a admitir lo que están sintiendo. Esto implica reconocer las emociones como parte de una reacción normal a una determinada situación. A menudo, un niño no desea admitir su ira o su dolor por el miedo a que los adultos se enojen. Es importante ayudarles a comprender que estas emociones son normales y pueden ser una buena señal para actuar sobre la situación.

Entender la diferencia entre las Emociones y las Acciones

Es importante también enseñar a los niños que una emoción puede ser solucionada sin llegar a la violencia. Esto les permitirá entender la diferencia entre sus sentimientos y cómo reaccionar a ellos. Ser conscientes de lo que sienten y no permitir que esto los lleve a situaciones peligrosas. Es recomendable explicarles que existen muchas formas de lidiar con sus emociones, como por ejemplo: practicar la respiración profunda, relajarse o ponerse a escuchar música.

Ejemplo y Redirigir los Sentimientos

Los padres deben alentar a sus hijos a tomarse el tiempo necesario para encontrar la solución aportando ejemplo. Esto significa discutir situaciones similares y explicar la forma adecuada de responder. Los padres deberían asumir el papel de orientador y ayudar a los niños a entender sus emociones para aceptarlas sin dejarse llevar por ellas. Esto le ayudará a los niños a reducir el estrés y a desarrollar herramientas para manejar sus emociones.

5. Un Enfoque Holístico para la Educación Emocional de los Niños

Para contribuir al desarrollo emocional de los niños, educar de forma holística se ha convertido en una de las principales prácticas hoy en día. Aquí hay cinco pasos que pueden ayudar a los padres a abordar el tema.

El primer paso hacia es establecer límites y expectativas claras. Esto ayuda a los niños a sentirse seguros y comprender los límites entre lo que está bien y lo que no. Estos límites también llaman a los niños a sentir respeto, responsabilidad y una conciencia de sí mismos. Esto ayuda a los niños a construir buenas habilidades sociales que los llevarán a la vida adulta.

El segundo paso consiste en alentar la expresión emocional. Esto puede implicar animar a los niños a nombrar sus emociones y hablar abiertamente sobre cómo se sienten. Los niños necesitan sentirse seguros para poder hablar sin temor de ser juzgados. Al ofrecerles una plataforma segura para hablar abiertamente, se establece una relación de confianza entre los padres y los niños. A través de esta relación de confianza, los padres pueden alentar a los niños a hablar sobre sus sentimientos abiertamente.

En tercer lugar, ayudar a los niños a entender sus emociones. Esto es importante para que los niños puedan comprender los sentimientos que tienen y cómo responden a los acontecimientos de la vida. Esto les permite procesar la información de una manera más consciente. Al darles habilidades para comprender la complejidad de sus emociones, se les ayudar a manejar sus situaciones con discusión y compromiso en lugar de enfrentamientos y afrontamientos. Enseñarles a valorar sus sentimientos les permitirá evaluar sus acciones y tomar decisiones más informadas.

6. Implicaciones Futuras del Aprendizaje Emocional en los Niños

Los beneficios del aprendizaje emocional se han extendido a la educación para la primera infancia, permitiendo que los niños desarrollen habilidades de vida que los apoyen a través de sus años escolares, además de brindarles un entendimiento de la inteligencia emocional. En cada año escolar, los niños aprenden una enorme variedad de habilidades interpersonales, emocionales y sociales. Una buena comprensión y práctica del aprendizaje emocional permitirá a los niños ser mejores compañeros, tener buena salud mental y manejar su psicología de forma efectiva.

Mientras aumenta la conciencia colectiva sobre el aprendizaje emocional, los profesores deben encontrar mejores formas de navegar la aplicación practica de sus enseñanzas en el salón de clases. Esto incluye la creación de ambientes de trabajo seguros, cooperativos y amigables, en los que los estudiantes discutan y compartan sus experiencias y sentimientos, además de desarrollar habilidades emocionales como inteligencia emocional, resiliencia, empatía y creatividad.

Las habilidades de aprendizaje emocional contribuirán a generar resultados académicos más consistentes y a nivel de vida mejores para los niños a medida que pasan de la primera infancia a la edad escolar. Estos beneficios incluyen una mayor independencia y habilidades para la autogestión, mejores relaciones interpersonales, una mayor adaptabilidad, una creatividad y un pensamiento innovador, así como una mejor resiliencia ante el estrés y las frustraciones generadas en el ámbito académico y personal. La adquisición de estas habilidades permitirá a los niños desarrollar y establecer relaciones saludables durante la edad escolar y en la vida adulta. Alentamos a los padres a tomarse el tiempo necesario para conocer y entender mejor a sus hijos, sobre todo cuando se trata de sus emociones. Reconociendo sus sentimientos, los padres pueden mejorar la salud mental de sus hijos y ayudarlos a comprender mejor sus emociones. Al fomentar las habilidades emocionales, los padres harán una inversión en el bienestar de sus hijos, y los guiarán hacia un mas sano futuro.

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